¿Serás tú quien esté allí aguardando mi llegada, velando por los sueños compartidos desde el anonimato espacio-temporal? Para ese entonces espero haber olvidado todos nuestros sueños rotos, todo lo que nos perturbaba cuando cruzábamos las miradas durante el cegador amanecer.
Espérame sentado junto a la lumbre, escribiendo en renglones torcidos todo lo que piensas sobre éste, nuestro abismo personalizado; un abismo infinito que nos engulle sin piedad.
A través de los montes carbonizados, protegida por la noche, atravesaré las estrellas y llegaré hasta tu corazón; frío, de piedra, inerte palpitante que me guarda un pedacito bajo llave, con anhelo, mentiras y subterfugios piadosos para los dos.
0 Yorumlar